T3RMINUS - Capítulo I

Estaba en casa, y cuando he enchufado "Capítulo I" de T3rminus, he vuelto atrás en el tiempo, y muchos recuerdos se han apoderado de mi mente. Días de vino y rosa, que en nuestra realidad eran cervezas y canutos, actitud desafiante, ganas de morder al mundo, de estampar mi puño contra todo el que me miraba mal, contra el que juzgaba las pintas, la forma de ser, que entonces eran muchos, mientras en aquel viejo radiocassette, sonaban Banzai, Barón Rojo o Panzer. Todo eso resumido en las once canciones que componen el disco de esta veterana banda de Torrejón, que rescata ese hard n heavy hispano de los 80, que tantos buenos momentos nos dio a más de uno de los que vivimos aquello días inciertos, en los que uno se sentía orgulloso de ser lo que quería ser, de pertenecer a aquellos que compartían contigo ese sentimiento por unos riffs, por un mensaje en unas letras en las que te reflejabas.


"Riete" abre el disco, y está claro lo que hay, pura herencia de los 80. Alternan canciones en inglés y en castellano, tocado de historias más cercanas al hard setentero con "I wonder where you are". Gran entrada de bajo en "El huerto del olvido", que suena muy rockera con un riff predominante, mientras las guitarras de "No nos vais a callar", recuerdan a Dokken, junto a una buena letra y un melódico estribillo que en directo tiene que funcionar muy bien. La desilusión que a veces uno siente al conocer a  aquellos ojos que te miran desde la pared,  lo plasman en "Rock star". Melodías hard y guitarras heavys es lo que nos encontramos en "Miénteme". De nuevo vuelven al inglés para "Carry on", que tiene una melodía muy chula, aunque yo le hubiese dado un poco más de garra al estribillo, pero mola. "Introspección" es un apañado medio tiempo, mientras "Compañera" tiene un sonido muy característico y conocido.

"Ya está aquí" pone punto y final al disco, junto a una nueva versión de "Riete" donde colabora Julio Pina. Disco ameno, que te hará pasar un buen rato y recordar viejos tiempos. Me gustan más esas canciones que beben de nuestro heavy de los 80. Ahí están luchando y eso merece nuestro reconocimiento.

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