LORELEY - Here we are again

A pesar de que pienso que el hard melódico y el a.o.r.es un género bastante maltratado en nuestro país, sobre todo, en lo que se refiere a bandas nacidas aquí, de un tiempo a esta parte, aparecen cada vez más bandas dispuestas a poner el grano de arena suficiente para que esta vertiente melódica, ocupe el lugar que se merece, y además, con unas cotas de calidad bastante altas, en muchas de estas bandas. Y esa hornada de sangre fresca, que ya lleva tiempo presentando trabajos que no tienen que envidiar nada a nadie, también hace que otras que ya llevan mucho en esto, vuelvan a coger aliento, para dejar claro, que esto no es flor de hace un para de días, que no es ahora solo, cuando se está trabajando en este tipo de sonidos. Claro ejemplo de banda veterana, son Loreley. Fundados en Francia en el año 81, llevan afincados en Valencia desde el 92, después de un parón, volvieron con vistas a su trigésimo primer aniversario, celebrado de la mejor manera que debe hacer una banda, con disco bajo el brazo. Ellos nombran como influencias a Mr Big, Extreme, Whitesnake, Bon Jovi o Queen, y yo añadiría a Van Halen también.  Realmente su sonido se mueve por los paramétros del hard más melódico, con gran importancia de los teclados y sobre todo, por la característica voz de Franck Ronin, alejada de lo que suele ser habitual en este tipo de bandas, al que acompañan  Roberto Tolsá a la batería, Francisco Zahonero a la guitarra, Gilbert Romero al bajo y Héctor Mancheño con su omnipresente teclado.


Este "Here we are again" se abre con la canción que le da nombre, y que te transporta con billete de primera clase a los 80. Igual se podría decir de "Looking away", que suena más rápida, a lo Pretty Maids, acompañada de un buen riff y unos coros destacables. "Boogie tonight" tiene un rollo muy hard rock americano de mitad de los 80. Llega el momento de bajar revoluciones con "No limits", un medio tiempo, en el que destaca el grandísimo trabajo de Mancheño a los teclados, algo que se repite durante todo el disco, todo sea dicho. "Dirty dream" es puro Van Halen con Ronin emulando a DL Roth. "Let's stop" vuelve al mismo camino de las dos primeras canciones, aunque con un añadido de velocidad y potencia y un buen estribillo. En "Crazy" mezclan muy bien, melodías y contundencia, destacando la voz y esos coros. Marca de la casa es "Rock to roll out", buenas guitarras y los teclados dejando su impronta.

Con "Mr. Money" juegan muy bien la baza del riff y esos guiños a Queen. El bajo toma protagonismo en "TV business", de nuevo Ronin recordandome a Roth, y esos teclados que aportan cierto rollo funk. Cierran con "Time's up", tirando de melodías y dando protagonismo a la guitarra. Un buen disco de hard melódico, que gustará seguro a los fans del género, y que quizás, le falla un poco la producción, se echa de menos a veces, un poco de grandilocuencia en el sonido, lo que resta brillo a unas canciones que tienen mucho potencial. Atentos a Loreley, que cumplen con creces.

Comentarios