JD McPHERSON - LET THE GOOD TIMES ROLL


Cada vez que uno tiene que tratar con la Administración Pública, hay que concienciarse y armarse de paciencia. Siempre he tenido la sensación de que no son conscientes de que su función es estar al servicio del ciudadano, sino que piensan que es al contrario. Las colas, esperas y a veces la falta de información o la poca claridad de esta, te lleva a esperas innecesarias o a tener que vagar de dependencia en dependencia, como alma condenada al destierro. Y no hablo solo de organismos públicos de ámbito local o provincial. Reconozco, que las pocas veces que me toca hacer esta "ruta de los sordos", suelo terminar de mal humor. Seamos justos, a veces te toca tras las mesa, la mayoría al menos en mi experiencia personal, alguien que trata de buscarte soluciones o facilitar te los trámites. Pero otras, chocas de frente con el burócrata seguro de estar más allá del bien y del mal.


Por eso, en estos casos, echo mano de mi función favorita del móvil, junto a la cámara de fotos, escuchar música. Resulta curioso, que en estos tiempos que corren, para lo que menos utilicemos el teléfono móvil, sea para hablar, ya que se han convertido en pequeños ordenadores en tu bolsillo, incluso, si vierais el mio, mejor. Hoy me ha tocado acercarme a uno de estos menesteres, así que he cargado el móvil con algunos discos que me amenizaran la espera y me templasen los ánimos. Salir temprano de casa y que la temperatura ya avise, del día que nos espera, dentro de este caluroso verano, pide a gritos, sonidos con aromas de la vieja escuela. Nunca he estado en los States, cuenta pendiente que debo saldar, pero imagino que Tulsa, Oklahoma, con su clima subtropical y húmedo, también debe ser un pequeño infierno, como este que me da cobijo.



De allí es este tipo blanco con alma negra, cuyo último disco, "Let the good times roll", es como medicina para los momentos de tensión, alivio para los momentos de calor. Sin estridencias, que falta no le hacen, JD McPherson, cuenta sus historias a tu oído, entre el humo que invade ese viejo club de soul y r&b, donde se gestó ese rock and roll que nos guía, y que es el camino que nos muestra JD en sus canciones. Y vuelvo a incidir en esa alma negra, que dejaron impresa aquellos grandes que nos dejaron como herencia, el mar de sentimientos por el que navegar. El testamento de Sam Cooke, Howlin Wolf o Ray Charles, leído en voz alta, en canciones como "You must hace met little Caroline", "Shyboy" o "Bridgbuilder".

También hay sitio en este altar para el rock and roll de los pioneros como Eddie Cochran o Buddy Holly, en "It shook me up" o "Everybody,s talking bout the all-american" e incluso el sabor a cerveza del pub rock en las guitarras de "Head mover heels". Me gusta el verano, si señor, por que esta estación del año, invita a escuchar y disfrutar, del viejo y bueno rock and roll.

Comentarios

RAFA ha dicho que…
segundo gran disco de este artista, parece que va a mas y nos dara grandes alegrias en el futuro. un saludo,