JASON BECKER NOT DEAD YET

He tardado en ver este documental, porque sabia lo que iba a pasar, que me iba a poner un nudo en la garganta dificil de suavizar, que aun perdura mientras intento escribir estas palabras. Recuerdo cuando descubrí a Jason y su música. Allá a final de los 80, la fiebre por los guitarristas en el heavy metal, Mike Varney dando cancha en su escuderia a autentico destroza mastiles que competian por ser los más rapidos, mientras adorabamos a Yngwie Malmsteen, porque las cosas como son, cualquiera que ose a tocar una guitarra, deberia antes escuchar los primeros discos del guitarrista sueco, y luego decidir, si es capaz de seguir con su intención de tocar. Como decía, mi primer encuentro con Jason, fue junto a Marty Friedman, en aquella banda llamada Cacophony, con aquel brutal "Speed metal symphony".

Luego vendria el segundo disco con Cacophony, aquel "Perpetual Burn" en solitario y la noticia de su fichaje por la banda de David Lee Roth con el reto de sustituir a Steve Vai, con tan solo 19 años, Jason estaba en la cima, y de pronto, todo su esfuerzo, su pasión, su vida, que se centraba alrededor de una guitarra de la que  nunca se separaba, se tornaba en un vertiginoso descenso a los infiernos, con una enfermedad, que iria degenerando su cuerpo despojandole de poder acariciar el mastil de su guitarra y de cualquier opción de vida normal. A Jason, le dijeron que viviria de 4 a 5 años, ya ha superado la veintena, y a pesar de estar postrado en una silla sin poder moverse, hablar e incluso con respiración asistida, sigue luchando, junto a los suyos, y sigue componiendo y resistiendo dia a dia.

Magnifico documental, donde aunque no falten los músicos que un día se cruzaron con Jason, como Vai, Satriani, O`shea, Friedman..... lo importante es escuchar a sus amigos y sobre todo su familia, que nunca perdieron la fe en Jason cuando soñaba con ser un gran guitarrista, y ahora no la pierden en esa lucha diaria que encaran junto a él. Ver y escuchar a su padre, madre y hermano, sentir esa esperanza que desprenden a pesar de saber, que esta es una guerra cuyo final está escrito, y que cada dia que se le roba a la parca, es una pequeña y a la vez gran victoria. La música está presente, porque es la vida de Jason, pero sobre todo, está presente la humanidad que hace acto de presencia ante las grandes desgracias.

Maravillosa historia, de alguien que estaba predestinado a ser una gran estrella, y que se resiste a que la música no siga siendo parte de su vida. Enorme lucha por seguir adelante y gran demostración de amor y valia. Sabia que acabaria emocionado, como no puede ser de otra manera. Cuando han aparecido los créditos, he podido utilizar ese cliché de "no, es que me habrá entrado algo en los ojos". Mentira, cuando las historias son de lucha y superación, los sentimentos toman el camino que deben de tener, el de mostrarse como son. No olvideis, que Jason Becker aun no ha muerto, Jason sigue vivo.